domingo, 10 de enero de 2010

Antigona 5/6



"-Y aquí tenemos a la segunda culpable, viniendo por voluntad propia.- dijo Creonte.


Ismene me miró, y después añadió:

-Sí, acepto mi responsabilidad- dijo ante mi sorpresa- No me avergüenza salvarte.

-Bien sé de quien es culpa, y no tuya no es. Solo yo soy la culpable y solo yo pagaré por ello.

-Por favor hermana, déjame morir contigo, déjame el placer de haber honrado también a nuestro hermano

-No, si lo que quieres es complacerme tu sálvate, déjame morir a mi y tu sálvate. Ahora te toca a ti vivir.


Ismene, con una lágrima sobre la mejilla, sale corriendo de la sala dejándome sola con Creonte, quien dice:

-Que bonito el amor entre hermanos, es una pena que te haya hecho hacer esta estupidez. Mañana al amanecer te llevaremos a la cueva, donde pereceras, sin dejar ni una mancha de sangre, muriendo sola en presencia de Hemón.


Mis sueños esa noche fueron recurrentes, bandadas de pajaros, ataques de animales y un profundo dolor en el corazón, como si hubiera perdido a alguien, aunque Hemón vendría a verme, podría despedirme de él antes de morir y volver a encontrar a mi familia en el Hades.


En la habitacion de al lado una voz me hizo despertarme, no conseguía ver nada porque me había puesto otra vez esa capucha horrible pero la luz que entraba por la ventana me mostraba que debian ser las 3 o las 4 de la madrugada.


La conversación enfrentaba a un anciano seguramente, con una voz desgastada y suave que intentaba convencer a Creonte.


-Los Dioses estan coléricos majestad, los Cuervos vuelan raso y los perros destripan el cuerpo del muerto, sangre de tu sangre se verá derramada si sigues con esto.

-No digas tonterias anciano, creo que soy lo suficientemente maduro como para decidir lo que es bueno para mi pueblo.

-Lo que ocurre es que tu pueblo no piensa que esto sea lo bueno, perdone a la señorita señor. Se lo rogamos.


Parecía extraño pero me daba la sensación de que solo Creonte estaba en mi contra pero entonces una voz apareció para conseguir desvelarme por completo.

-Padre por favor, no me hagas ir para verla morir, perdónala y todo seguirá tal como es. No hagas enfurecer a los dioses por favor.

-No digas tonterias Hemón, todos sabemos que se merece morir por desobedecer la ley, y tú iras a verla perecer, y aprenderás la lección.


¿Hemón había ido a intentar convencer a su padre? ¡Es más mono!

Pero, ¿quien era el anciano? ¿Qué intentaba decir con eso?"





-David Sandoval

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