Con la llegada del sol, en su aparición por el Este, llamé a uno de mis criados, y le hice entrega del manuscrito, que yo mismo había redactado durante la noche, con una invitación a Medea de que queda citada conmigo a una cena en palacio.
El manuscrito que se resumía así:
"Estimada Medea, madre de mis hijos, hija de el hijo de Helios, deseo invitarte a una cena, en palacio, en la que pretendo manifestar el estado en el que me encuentro y transmitir mis sentimientos, de manera que te haga saber la realidad de mi presente. De esta manera, espero no rechaces esta invitación ya que creo que su contenido es importante, y puede provocar cambios en el futuro.
Ruego tu asistencia en solitario, sin la compañía de nuestros hijos.
Gracias y atentamente Jasón".
Una vez mis esperanzas depositadas en la aceptación del manuscrito, me dediqué a esperar la ansiada respuesta de Medea.
guille lorenzo
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