Caminando en mi palacio me encuentro soportando los tormentos de mis pensamientos... Sé que estoy haciendo bien desterrando a Medea por todo el mal que nos pueda causar a mí y a mi descendencia así como a mis parientes... pero ahora estoy aterrado, es una vil hechicera y no sé muy bién cuan bien me saldrá esta jugada...
El Rey Creonte meditaba sobre la posibilidad de marcharse él mismo así como todos sus allegados de su reino por miedo a tan fatal enemiga... pero aún sentía más terror por la posibilidad de que sobre su hija (al haberse quedado con su esposo Jasón) cayera toda la malícia de Medea.
Debo quedarme defendiendo lo que es mío... pero deseo lo mejor para mi hija, Jasón y mis nietos... Glauca, escapa con tu marido y tus hijos ya que solo así podréis estar a salvo.
Medea al ver que estos escapaban decidió dejarlos marchar para luego buscarlos... ya se llevarían su merecido. Y así pudo asesinar a Creonte sin casi este oponer resistencia, ya que creía que era su destino...
escrito por Alberto Torrella
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