sábado, 19 de marzo de 2011

Trabajo de los vientos

Cuentan las historias que pasan de abuelos a nietos desde la antigua Grecia que uno de los dioses del viento, Céfiro y el gran Apolo dios de: la luz, el sol, la verdad, la profecía, el tiro con arco, la medicina y la curación, la música, la poesía y las artes. Fueron protagonistas de una de las competencias más sonadas en el Olimpo, curiosamente mi abuelo me contó la historia y yo te la cuento a ti.
Todo empezó en la primavera donde el dios Céfiro bailaba contento y feliz mientras cantaba Y.M.C.A. de los Village People (el siempre fue muy suyo) ya que se sentía como Falete en un bufé libre, cuando de repente vio a un joven espartano llamado Jacinto aunque se hacía llamar Jac (mucho mas sofisticado, donde va a parar) no se sabe si fue el ambiente del aire, el olor de las flores, las hormonas adolescentes, o los tiempos que corren, pero Céfiro se enamoró perdidamente de Jac, de sus bellos ojos verdes, de sus cabellos negros como el carbón y sobretodo del BMW en el que estaba apoyado, pues Jac era de una familia con dinero y esta le consentía mas cosas que Howard Webb a Holanda en la final del mundial.
Céfiro se acercó rápidamente hacia donde Jacinto descansaba escuchando música y enviando mensajes a sus conocidos y empleó una sofisticada treta para establecer el contacto con su amado, "creo que te conozco, vamos que me suena tu cara, pero no se de que podrá ser" dijo Céfiro mientras ponía cara de esforzarse por acordarse de aquel que estaba en frente suyo. El inocente y un poco hueco Jac respondió diciendo "ah sí yo creo que te vi en la tele, tu eres la del tiempo de Telecinco ¿verdad?" Céfiro después de recalcarle que era un hombre intentó desviar la conversación hacia su terreno, el amor. Tras mucho tonteo por parte de los dos Céfiro y Jacinto intercambiaron Tuentis y teléfonos (aunque lo de los teléfonos le costó lo suyo a Jacinto que se creía que lo que le pedía Céfiro era el aparato y, creyendo que quería robarle se puso a chillar cual niño al que le impiden comer arena en la playa).
Cual desgracia fue la de Céfiro cuando aquella noche en una fiesta supo que su amado era también cortejado por Apolo, que no solo era mas guapo, inteligente, y polivalente que el, sino que también entraba por VIP a todos los garitos de moda de la ciudad (ventajas de ser un tener un "papi" que "mola") entonces Céfiro vio por perdido a su amado pero en un ataque de locura (probablemente producido por los ocho "ron-cola" que se había clavado entre pecho y espalda) decidió retar a Apolo por el amor de Jacinto a lo que Apolo respondió soltándole un derechazo que casi pone a Céfiro en órbita (ahí Céfiro descubrió que como dios del viento tendría futuro) fue uno de esas hostias que le duelen hasta a tus hijos, cuyo dolor se transmite por el ADN de generación en generación (exceptuando las de número par) uno de esos guantazos que dan gusto verlos, la explicación de la hermosa parábola que describió el brazo de Apolo reside en que practica tenis en el club de campo "El Olimpo" (lo del nombre no va con segundas) por lo que mas que un puñetazo lo que Apolo dio a Céfiro fue un "drive" en toda regla, y que provocó primero la ovación de todos los allí presentes y luego las risas de estos ante la imagen del derrotado Céfiro en el suelo. Fue en ese momento cuando Céfiro hizo uso de su inteligencia (que la tenía) y propuso retos de otro tipo a Apolo y como premio el ganador conseguiría los favores de Jacinto. Apolo aceptó sin dudarlo pensando que un dios menor nunca podría ganarle en nada a un dios olímpico y mucho menos a él.
La primera prueba consistía en una prueba de resistencia, pero no una cualquiera, era ni más ni menos que acompañar a Jacinto de compras, pero sujetando las bolsas (esto también se utilizaba como entrenamiento de héroes o como tortura divina por su extremada dificultad y sacrificio tanto físico como psicológico). Céfiro comenzó muy bien, cogiendo las bolsas, sonriendo e incluso bromeando sobre si debería comprar algo él también para endurecer su carga, pero de pronto comenzó su calvario en forma de carteles "-50% ARMANI" "UNA PRENDA 80$ DOS 120$ en todos los artículos de GUCCI" "bolsos PRADA hasta 70% de descuento" y así podría alargarse horas y horas y horas, como curiosamente se alargó el trabajo del pobre Céfiro que sentía como sus hombros se alejaban progresivamente de sus espaldas y sus brazos se separaban del resto de su cuerpo. Después de cinco horas y la friolera de 3 795.85 $ concluyó el agotador día de Céfiro.
Al día siguiente Apolo realizó la misma tarea con la "suerte" (se entrecomilla porque denota una ironía) de que la tarjeta dorada del joven Jacinto se vio sin fondos (asuntos divinos) y la compra se prolongó solo por 1 hora y 45 minutos por lo que Apolo se declaró ganador.
La siguiente prueba era la de componer una canción(música y letra) y después representarla, la que mas le gustase a Jacinto sería la ganadora y por lo tanto su autor también. Ala hora acordada para la representación Céfiro salió al escenario vestido de gala (americana y pajarita desnudada para dar un aire mas informal) y con ayuda de una banda comenzó a interpretar una canción lenta cuyo estribillo decía algo como "Labios de fresa sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión." al acabar arrancó los aplausos de su público. Apolo salió a escena en chandal y con una gorra de un equipo de basket puesta de lado y sobre una base repetitiva de bombo y caja repetía la frase "Hoy es noche de sexo, voy a devorarte nena linda." Esto ocasionó un estupor entre la mayoría pero en el joven Jacinto lo que causó fue una gran sonrisa de aprobación. Por lo que el recuento se queda en Apolo 2 – 0 Céfiro.
La tercera prueba sería, sin embargo la definitiva (ya que valía por 3) estaba compuesta de tres partes, la primera era la de ofrecer un regalo a Jacinto por su cumpleaños, la segunda era la de preparar una bebida en forma de cocktail al cumpleañero y la tercera la de hacer un baile con este para así dejar a elección de Jacinto el ganador de la competencia.
Apolo llegó arropado por su séquito de "amigos" (¿Os dais cuenta de lo bien que utilizo la ironía?) y ofreció su regalo a Jacinto, era un rayo del mismo sol que brillaba iluminando toda la sala. Entretanto llegó Céfiro con su regalo que era un pequeño jardín en miniatura totalmente florecido por la primavera. Difícil elección pero Jacinto se decantó por el jardín ya que no entendía como podía todo el mundo crecer tanto de repente (creyendo que no era el jardín pequeño sino ellos gigantes) de momento la cosa estaba 2-1 en cuanto a la bebida Apolo se esforzó por mezclar todo tipo de bebidas espirituosas con la famosa Ambrosía (la bebida de los dioses) pero con escaso resultado ya que lo que consiguió no serviría para beberse ni en Irlanda (donde se rumorea beben aguarrás) pero era altamente inflamable por lo que los invitados de la fiesta lo bautizaron como Cocktail Molotov en honor a Molotov (el esclavo que probaba las bebidas antes que Jacinto y que murió al instante). Céfiro mezcló una Coca-Cola (siempre Coca-Cola 0 para no engordar) con vino que había sacado de un cubo donde guardaban la fregona y sirviéndolo en un cáliz dijo (que bíblica esta parte) aquí presento a mi eterno amor una bebida de dioses llamada Calimocho (servida en un cáliz y lo del mocho lo dejo a la imaginación) obviando su procedencia esta bebida causó sensación en la fiesta (yo me bebí dos jarras) por lo que se deduce que ganó la segunda prueba Céfiro.
A la hora del baile final Apolo dio buena cuenta de sus escasos modales bailando un regaetton. Céfiro en cambio hizo una espléndida versión del famosísimo "Thriller" de Mikel Jacson con la cual se ganó a todo el público, incluido su amado Jacinto que lo invitó a soplar la velas con él. Para desgracia del pobre Céfiro al soplar las velas con su potente soplido voló a su amado del cual no se ha vuelto a saber. Lleno de tristeza Céfiro puso el nombre de su amado a una flor, pero se sentó sobre ella.
Dice la leyenda que en las noches de primavera se oye entre el viento a Jacinto llamando a su amado con unos gemidos que dicen "Céfiro, cabr..."

Fin.

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