-Carta de Antígona a Ismene.
Querida hermana:
Te escribo pidiéndote ayuda para que juntas podamos enterrar a nuestro hermano muerto, Polinices. Ya que el rey Creonte y tío nuestro ha prohibido que nadie le dé sepultura ni siquiera que le llore dejándole tirado por ahí a merced de los animales, porque como bien ya sabes volvió después de su destierro para quemar Tebas y hacerse con el poder, y por este desgraciado suceso nuestro hermano Etéocles también murió, el uno en manos del otro. Esto es completamente indigno tanto para Polinices como para nosotras y nuestros antepasados. Yo le voy a honrar y no voy a traicionarles.
No te pediría ayuda de no ser que Creonte ha mandado matar a toda persona que incumpla esta norma y será lapidada públicamente en la plaza. Por cierto, nosotras al igual que nuestro hermano estamos condenadas a que tampoco nos entierren.
Yo estoy dispuesta a hacerlo tanto como si quieres como si no, y si me matan moriré dignamente y con la conciencia tranquila y un buen lugar entre nuestros familiares muertos.
También ha ordenado que a nuestro hermano Etéocles, a diferencia de Polinices, sea enterrado honradamente y con tantos sacrificios como sea necesario.
Ismene, espero una respuesta.
Tu querida hermana, Antígona.
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