El día del infortunio, Corintio
Estimado Lector:
Escribo desde el reino de Hades el rey de los muertos, soy el hijo de Medea que junto a mi hermano llegue desgraciadamente a este mundo… Hace unos meses mi padre cometió la mayor traición que le podía hacer a mi madre, el casarse con otra mujer, desde aquella fecha mi madre empezó a comportarse raro, se pasaba todo el día llorando , maldiciendo con la mirada caída y su belleza destrozada.
Mi hermano y yo teníamos que entrar en casa escondidos por nuestros esclavos ya que mi madre pagaba su ira y veía reflejados en nosotros el rostro de Jasón, nuestro padre, pero nosotros éramos las victimas de toda esta historia no habíamos echo nada para merecer la muerte solo los celos de una mujer que se dejó llevar por sus instintos de venganza, un día mi madre cambió nos dijo que nosotros no teníamos que pagar por su mal , pero mentía, solo nos utilizo para su plan, éramos sus herramientas , sus juguetes, sus marionetas de los cuales se aprovechó, me siento sucio solo de pensar que nosotros llevamos las armas infectadas de veneno a la hija del rey de Corintio , y me retuerzo de dolor solo en recordar la imagen de esta sufriendo toda la cólera de mi madre.
Mi hermano y yo estábamos asustados no sabíamos que hacer nuestra propia madre empuño su espada de acero , nos agarró sin que pudiéramos hacer nada y tan rápido que nadie pudo evitar tan temible final…
Solo me queda por consuelo que tuvimos un entierro digno y pudimos llegar al reino de Hades.
Att: El hijo de Medea
Mónica Baselga
Imagen: flickrCC
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