El dia de mi infortunio, Corintio
Estimado Lector:
El miedo me helaba , Medea , no reprimía sus deseos de vengarse y maldecía a la familia real… soltaba pestes contra mi por su boca, el motivo de tanta ira era que me casé con una segunda mujer cuando le había jurado fidelidad, se sintió traicionada, pero lo hice por el bien de mis hijos , o eso creo , para que tuvieran hermanos de familia real y en un deseo mío de que en un futuro ellos pudieran gobernar en Corintio.
Mi suegro, atemorizado por la astucia de Medea, ordeno su destierro, pero yo , con un poco de compasión fui a ofrecerle mi ayuda ya que no gozaba de un sitio dónde poder ir ,además de querer proteger y cuidar a mi hijos, ella lo rechazó.
Mas tarde una criada suya me hizo ir ha hablar con ella , me mostró su arrepentimiento , para mi sorpresa, hizo unos presentes para la que sería mi actual mujer, quien al ponérselo murió en el acto , mi corazón latía a gran velocidad, mi amada se desvanecía y yo nada podía hacer por evitarlo , esa bestia… lo tenía que haber imaginado al ver de que pueblo procedía sin leyes ni derechos algunos.
Corrí hacia casa de Medea con el alma helada y la esperanza de que nada hubiera echo nada con mis hijos, pero demasiado tarde llegue , si hubiera llegado un poco mas pronto la vida de mis hijos estaría salvada, es algo de que siempre me arrepentiré…
Y con mis hijos entre sus brazos huía en el carro tirado por dragones.
Att: Jasón
Mónica Baselga
Imagen: flickrCC
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