sábado, 7 de enero de 2012

Medea. 1ª Carta

El día de mi infortunio, Corintio

Querido  lector:

Como anhelo desahogarme de mi infortunio ,con tal traición  por parte de mi marido , de ese ingrato, que se caso con la hija del rey de Corintio, exploto en mi propia ira , y la rabia se me consume , no puedo mirar ni mis propios hijos…
   Yo que le salve de tantas disputas, por su vida luche, ahora ,me traiciona por querer pertenecer a sangre real o aburrir mi lecho.. Añoro mi tierra patria… como sería mi vida si no la hubiera abandonado? No me encontraría en tal encrucijada , en la que me encuentro , y al lado de mi padre hubiera vivido.
  Y el mientras tanto, regalándome los oídos  con palabras bonitas justificando su gran maldad , a quien pretende engañar ? 
 pero puse a los Dioses por testigos invocando a Zeus y a su hija que me vengaría de aquella que osó casarse con mi marido ,de su padre y de  el malvado de mi esposo, la sed de venganza fluía por mis venas , así que con mi gran ingenio y el gran arte del veneno , que tanto manejo , conseguí  matar a la hija del rey , y de quien  me había desterrado, regalándole unas prendas envenenadas capaz de matar a un escuadrón , me encontraba en el Olimpo de la felicidad, estaba alegre de que hubieran pagado por su mal.
  Mas tarde llegó el momento de vengarme de Jasón, maldito bastardo, me armé de valor , empuñe mi espada y maté nuestros dos hijos y los enterraría lejos de su padre, y él no podría hacer nada… 
  Yo sufriré pero termine con mis enemigos…

Att: Medea.



Mónica Baselga
Imagen: flickrCC

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