viernes, 6 de enero de 2012

Primera carta

Querido padre,

Desde tu ausencia me encuentro trágicamente infeliz de tan solo pensar que el alma de Polinices vagará 
eternamente por este mundo tan cruel sin poder llegar jamás a el reino de las sombras y poder descansar en paz, 
¡todo por culta de tu hermano, padre! por culpa de Creonte, no puedo ni llegar a imaginarme el fondo 
tan infeliz y dañan que puede llegar a tener, solo piensa en sí mismo, en todo el poder que tiene y el 
que puede llegar a tener.
¿Por qué? ¡pobre Polinices! 
Pero usted tranquilo padre, yo le daré sepultura a mi hermano, no se merece que Creonte cambie las
 costumbres escritas a su propio beneficio, las leyes de los dioses siempre estarán por encima de las 
impuestas por Creonte, por mucho poder político que tenga...
Esta mañana he hablado con Ismere, le he pedido ayuda, pero ella por su temor se negó a ayudarme 
y me dijo que no le diría nada a nadie. Por una parte padre, la entiendo, pero  no sé como puede tener 
la conciencia tranquila sabiendo que su hermano está tirado en el campo para que animales hambrientos 
se coman su cuerpo.
En fin padre, yo cumpliré con la sepultura de Polinices, lo juro padre.

Antígona.




                                                                                                                              Paula Sanz Bellés.

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