domingo, 2 de enero de 2011

4- Eurídice


¿Quién tiene la culpa de que hayan sucedido tantas desgracias tan rápidamente? ¿Habrá sido mi marido, Creonte, el culpable de todo esto al ordenar la muerte de una muchacha que solo queria que su hermano descansara en paz?
Gracias al adivino y anciano Tiresías, la vida de la joven Antígona estuvo a punto de salvarse si ella no se hubiera suicidado pensando que no tenía otra salida más que la muerte.
El prometido de esta joven muchacha de Tebas, Hemón, mi queridísimo hijo, no pudo aguantar al ver el cuerpo de su amada sin vida, y se la quitó también.
Siento un inmenso desgarro interior al pensar que mi hijo ya no está en este mundo de los vivos, al pensar que ha muerto por amor a una mujer, que era un hombre fiel.
¿Acaso es que Hemón ha muerto por culpa de mi marido, Creonte? No lo sé, el dolor me impide pensar. ¿Y si me voy con él? No me queda nada más en este mundo.
Si, me voy con él

Eurídice

1 comentario:

  1. ¿A quién ponemos la nota por este trabajo? Por otra parte, falta alguna imagen. Creo que no has leído bien las instrucciones :(

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Pensamientos griegos