sábado, 7 de enero de 2012

Tres cartas: hijos de Medea, un mensajero, la nodriza


LOS DOS HIJOS

Esta carta va dirigida para nuestro padre Jasón, queremos con estas letras
narrarte lo sucedido y de esta forma explicarte nuestra huida.
Un día soleado cuando el gallo anunciaba la hora de despertar, bajamos las escaleras
del palacio y escuchamos a nuestra madre crear planes malvados y terribles y
terribles de los cuales nosotros sufririamos las mayores consequencias ya que quería acabar
con nuestras vidas para poder causar causar dolor en usted padre.
Viviremos muchas calamidades por encontrarnos solos y sin vivienda pero todo es mejor que
estar en manos de aquella mujer que un día nos dió la vida con tanto amor , pero que por pura
desdicha quisiera arrebatarnos la vida, padre deseamos su felicidad con la bella hija de Creonte
y le aseguramos que cuando seamos dos fuertes varones volveremos para enfrentar a nuestra madre.

EL MENSAJERO

Cuando ví en el palacio de Creonte a Jasón con sus dos hijos nos alegramos todos los servidores y yo lleno de
alegría los acompañé hasta el aposento de las mujeres, parecía que la dueña de la qual ahora servimos
en tu lugar al ver a Jasón aparecer con tus dos hijos enfadara pero al final la señora flaqueó y acepto las súplicas
de su futuro marido, pero la peor de las peores noticias aun estaba por llegar; cuando tus hijos ofrecieron tus presentes
a la hija de Creonte, ella los aceptó muy agradecida y se puso el vestido y la corona de oro, pero en un instante
la bella princesa cayó desplomada en el suelo del placio y su padre al descubrir el uerpo sin tocarlo. juró vengar con la
persona que mandó estos presentes.
Te escribo esta carta Medea para que escapes ahora que tines tiempo de estas tierrasque todavía gozas de tu vida.

LA NODRIZA


Los buenos esclavos comparten las desventuras de sus amos y padecen también , tanto sufro por Medea
y tan grande es mi dolor que vengaré contra la tierra y cielo las desdichas de mi buena señora.
Por este motivo quiero dejar unas letras para hacer constancia de todos mis delitos.
Yo manché mis manos con sangre de inocentes que hicieron tan desventurada y mísera a mi señora.
Me vengué contra la hija de Creonte y envenené sus pertenencias y las de Jasón para que los dos murieran
 y así mi señora no arrebataría la vida de sus dos hijos para causar dolor a Jasón.
No deseaba su muerte ya que era mi señor . pero es criminal su conducta con prendas tan caras.
Una cosa quiero que sepan sus hijos, vuestra madre se agita, guardaos de su índole cruel y del
impetu terrible de sus pasiones hasta que su corazón borre las heridas creadas por vuestro padre y
cuando esto pase mostrar infinita compasión ahora que yo ya no estaré.

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