Actividades navideñas

                        MEDEA (EURIPIDES)

Yo Medea, abandoné a mi padre, ordené matar a mi hermana, dejé a mis amigas todo lo hice por amor ya que  navegué hacia otra patria con mi amado Jasón, el hombre que me dio mis dos encantadores hijos, el hombre que me prometió fidelidad y amarme para siempre.

Todo iba con normalidad, tenía de compañía una gran nodriza que me ayudó y era una gran amiga, me daba muchos consejos, un gran palacio, dos niños encantadores, criados a toda mi disposición, estaba junto a mi amado era todo perfecto hasta que un día me enteré que mi amado me era infiel con una mortal una jovencita hija del rey de Corintio. Yo no me lo podía creer como había podido traicionar a su palabra, estuve días sin dormir, sin comer, solo miraba fijamente al suelo intentando darme una explicación lógica, incluso llegué a abandonar a mis hijos sin querer saber nada de ellos y sin demostrarles ese amor que por momentos pensaba que había desaparecido.

Mira si era el dolor era grande que mi querida nodriza comentaba con el pedagogo mi estado de ánimo y este le comentó que era mejor que mis propios hijos se alejaran de mi porque la furia que tenia por dentro esas miradas tan oscuras que las provocaba a consecuencia de una amargura podían provocar algo muy desagradable y justamente lo pagaría como dijo bien el pedagogo "contra mis amigos y no mis enemigos"

Mis únicos deseos eran ver morir a aquella jovencita que me destrozó la vida quitándome a Jasón,  mi propio amado o lo que quedaba de él, por no cumplir su propia palabra y por ultimo mi propia muerte para no hacer sufrir a los que de verdad me querían y no les podía responder con la misma manera. En algunos momentos pensaba si era yo la enemiga por pensar o desear la muerte de aquellas personas que me destrozaron la vida, después de abandonar todo lo que yo mas deseaba.

Había algunas mujeres que me decían que no me podía quejar que ellas tenían maridos que aun no los habían visto o no les agradaba o incluso las utilizaban solo para ser esclavas de la noche, aquellas que tenían que entregarse a uno o varios hombres por muy desagradables que fueran o las que los hombres las trataban como animales esa injusticia sobre la mujer, la verdad sobre esos temas nunca había sufrido pero que te substituyeran por una jovencita cuando tu lo habías dejado todo absolutamente todo por amor aquello si que era doloroso.