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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Trabajo de griego.

Desde los albores de la humanidad, la raza humana se ha preguntado cual era motivación para existir.

Y hablando de otro tema que no tiene nada que ver, aquí va mi trabajo.

(-¿Qué?
-Que acabes ya.

-Sí, voy)


domingo, 10 de enero de 2010

Antigona 6/6




"Todavía no ha amanecido pero los pajaros empiezan a cantar, a preparar mi muerte como mejor saben hacer. Me preparan su mejor sonata para que me vaya con una buena imagen de este agujero, los árboles comienzan a moverse y el cielo a enrojecer, aparecen nubes y la fusión de esos 3 colores hacen el cielo un lugar especial, al que nunca conseguiré acceder, ya que mi intento de heroicidad me lleva hacia abajo en picado, me espera la muerte y eso, ni los pajaros ni el rojo azulado del cielo lo van a cambiar.



Un largo camino hacia la cueva me nubla, a la vez que se nubla el cielo, dejandolo gris, casi negro como mi futuro, como la oscuridad dentro de esa cueva, una oscuridad que me come conforme entro sabiendo que la vida que me queda es más bien poca, las Moiras me tienen algo preparado y, apuesto lo que sea, será algo que le pondrá fin a todo.



El rey tiene pensado dejarme morir, sin derramar ni una gota, delante de mi prometido, delante de todo el pueblo. Sin agua ni comida, ¿Cuanto tiempo puedo sobrevivir? 2 dias como mucho, y no estoy dispuesta a vivir 2 dias más así.



Desde dentro de la cueva se ve todo Tebas, un pueblo que me ha acogido y que sin embargo no ha hecho nada por salvarme de una muerte injusta, una muerte con la que nadie estaba de acuerdo.



Han pasado las horas y Hemón se ha ido, ahora estoy sola, más que nunca. Noto que me queda poco tiempo, que a mi reloj de sol ya no da sombra, no funciona con un cielo tan nublado y en realidad me alegro, porque no me gustaría ver la hora de mi muerte, aunque fuera lo ultimo que viera en mi vida.

Y ya estoy harta de esperar, no quiero seguir esperando a ver llegar a la muerte, ya es demasiado oscura la cueva, ya es demasiado oscuro mi futuro y demasiada oscura el alma del pueblo y del rey que permiten que muera aquí y desgraciadamente tambien la de Hemon que no ha conseguido salvarme, todo lo que me habria gustado hubiera asido vivir con el para siempre, o por lo menos poder morir a su lado.



Pero espero que el rey se de cuenta de lo que me ha hecho y viva torturado por lo que dijo el anciano. "Sangre de su sangre", ¿A qué se referiría? No pienso esperar a descubrirlo, pienso acabar con esto ahora mismo.



Y así acabó con todo, cogiendo una cuerda que encontré dentro de la cueva y ahorcándome con ella. Adiós Tebas, espero que la lluvia no borre vuestras ilusiones como hizo con las mías y espero que las injusticias sean pagadas por los injustos.



Lo último que recuerdo de mi vida es la muerte, mía y de una sombra abrazándome, una figura de un hombre también muerto, al que me volví a encontrar unos segundos mas tarde, navegando por el Aqueronte, de su mano."



-David Sandoval

Antigona 5/6



"-Y aquí tenemos a la segunda culpable, viniendo por voluntad propia.- dijo Creonte.


Ismene me miró, y después añadió:

-Sí, acepto mi responsabilidad- dijo ante mi sorpresa- No me avergüenza salvarte.

-Bien sé de quien es culpa, y no tuya no es. Solo yo soy la culpable y solo yo pagaré por ello.

-Por favor hermana, déjame morir contigo, déjame el placer de haber honrado también a nuestro hermano

-No, si lo que quieres es complacerme tu sálvate, déjame morir a mi y tu sálvate. Ahora te toca a ti vivir.


Ismene, con una lágrima sobre la mejilla, sale corriendo de la sala dejándome sola con Creonte, quien dice:

-Que bonito el amor entre hermanos, es una pena que te haya hecho hacer esta estupidez. Mañana al amanecer te llevaremos a la cueva, donde pereceras, sin dejar ni una mancha de sangre, muriendo sola en presencia de Hemón.


Mis sueños esa noche fueron recurrentes, bandadas de pajaros, ataques de animales y un profundo dolor en el corazón, como si hubiera perdido a alguien, aunque Hemón vendría a verme, podría despedirme de él antes de morir y volver a encontrar a mi familia en el Hades.


En la habitacion de al lado una voz me hizo despertarme, no conseguía ver nada porque me había puesto otra vez esa capucha horrible pero la luz que entraba por la ventana me mostraba que debian ser las 3 o las 4 de la madrugada.


La conversación enfrentaba a un anciano seguramente, con una voz desgastada y suave que intentaba convencer a Creonte.


-Los Dioses estan coléricos majestad, los Cuervos vuelan raso y los perros destripan el cuerpo del muerto, sangre de tu sangre se verá derramada si sigues con esto.

-No digas tonterias anciano, creo que soy lo suficientemente maduro como para decidir lo que es bueno para mi pueblo.

-Lo que ocurre es que tu pueblo no piensa que esto sea lo bueno, perdone a la señorita señor. Se lo rogamos.


Parecía extraño pero me daba la sensación de que solo Creonte estaba en mi contra pero entonces una voz apareció para conseguir desvelarme por completo.

-Padre por favor, no me hagas ir para verla morir, perdónala y todo seguirá tal como es. No hagas enfurecer a los dioses por favor.

-No digas tonterias Hemón, todos sabemos que se merece morir por desobedecer la ley, y tú iras a verla perecer, y aprenderás la lección.


¿Hemón había ido a intentar convencer a su padre? ¡Es más mono!

Pero, ¿quien era el anciano? ¿Qué intentaba decir con eso?"





-David Sandoval

Antigona 4/6

"Me han retirado la capucha y la luz me ciega, despues de 12h sin abrir los ojos ésta luz era dolorosa. Pero empiezo a vislumbrar algo, era una mano acercándose hacia mi cara, golpeándome con fuerza y haciéndome tambalearme, la cual no he podido esquivar a tiempo y consigue tirarme al suelo con la ayuda de las cadenas atadas a mis pies, que no ayudan demasiado a mi equilibrio.



Me dio tiempo a mirar a mi alrededor, una sala blanca con un techo muy alto y un trono enorme se construía sobre mi cabeza, mientras cuatro soldados vigilaban la entrada y un hombre de, supuestamente, más poder sacudía la mano, como si le hubiera hecho daño pegarme.



-Eres una caradura literalmente- dijo, a lo que los soldados se rieron. –Sabes, es irónico, llegué a pensar que eras un hombre cuando el guardia que te trajo me contó lo que hiciste anoche.

-Y eso porque, si puede saberse.- dije mirando al suelo, intentando incorporarme para verle la cara al rey.

-O sea que admites haber hecho eso?

-Sí, lo confirmo, nunca lo negaré



Creonte se quedó un poco aturdido por mi respuesta y de repente cambió su cara de sorpresa por una de ira, una ira como nunca había visto en un mortal.



- Salid de aquí!- gritó a los guardias- esto es cosa mía.

Y dirigiéndose hacia mi dijo:

- ¿Sabías de la prohibición de ese acto verdad?

- Por supuesto, ¿quién no lo sabe?

- ¿Y te atreviste a desobedecer mis leyes?



Su cara se ponía cada vez de un color más vivo, mas rojizo y sus ojos empezaban a hincharse mientras me miraban atónitos.

-Ningun dios formuló esa ley, ni Zeus ni ninguno, y ellos son los únicos que pueden formular una ley, aún sin estar escrita, que prohiba a cualquier ser humano pasar por encima de ella. Y yo pienso que los dioses estarían de acuerdo con mi decisión, con la decisión de darle sepultura a un hombre al cual dejasteis tirado, incluso muerto. Yo solo quería que fuera enterrado de buena forma, como todo ser humano merece.



-Y como es que tú eres la única que piensa de esa forma

-Todo el mundo lo hace, pero ante ti cierran la boca. Y no, no tengo vergüenza de honrar a mi hermano pensando diferente de todos. Llamadme loca, pero vos me vais a lapidar por obedecer a mis principios.



Y entonces ví entrar a mi hermana, Ismene, la que me habia dejado sola para honrar a nuestro hermano."





-David Sandoval

Antígona 3/6

"Empiezo a recobrar el conocimiento, pero sigo sin ver nada, unas finas hebras de luz atraviesan la tela que envuelve mi cabeza. Lo que sí que consigo es oír, oír unas voces de guardias, soldados o algún hombre que me lleva a mi horrible destino.



- ¿La tenéis? Muy bien, llevadla hacia el rey, viva.




La voz de aquel guardia me asusta, parece serio y no duda ni una palabra, como si fuera una obra de teatro, una sobre mi muerte.

Ahora seguro que nadie podria salvarme, era el precio de la heroicidad, el precio de intentar parecerme más a una diosa que a una mortal, osando desobedecer las ordenes del rey, aunque no tuvieran mucho sentido. Pero tampoco me arrepentía de lo que había hecho, simplemente estaba asustada.



Cada vez entra más luz a traves de la capucha, parece que ya es de día, aunque la noche anterior ya queda lejos, pero… ¿Era un sueño lo que recuerdo? ¿O de verdad me metí en aquel lío por intentar dar una muerte digna a mi hermano?



-Hacedla pasar- decía el rey en la sala al final del pasillo- Quiero verle la cara a esa traidora."



-David Sandoval

Antígona 2/6

"Y aunque creia firmemente en mis actos no podía dejar de pensar en lo que no estaba pasando en ese momento, no estaba Ismene conmigo, dándole justicia a nuestro hermano en un mundo injusto, no estaban las estrellas acompañando ese cielo, un cielo negro qe levantaba un suave viento,meciendo las ramas, acariciando la calma de la noche, la horrible calma de la noche. Un silencio solo roto por el movimiento de las hojas y por algún que otro aullido de algún animal salvaje, intentando romper el ruidoso silencio.



-Esto no me gusta- dije- no me gusta ni un pelo.



Acabé de tapar el hueco de la tierra con mas tierra, como si quisiera ocultar junto a mi hermano el miedo que tenia, para que ambos viviesen en el Hades, lejos de mi. Pero El silencio calló al silencio, un parón de viento y del mecer de las hojas me hizo escuchar una pisada justo detrás mia y, con un frio sudor en la frente, me giré…

Pero no ví nada."




-David Sandoval

Antígona 1/6

"¿Cómo podía haber hecho eso? ¿Quizas mis ganas de ser una especie de heroína, de tomarme la justicia por mi mano habían conseguido llevarme a los límites de la ilegalidad..? Tenía claro que quería hacer algo grande, algo justo por mi hermano al que no habían enterrado, y eso me parecía espantoso. No hay nada peor que morir de forma indigna y yo había decidido darle sepultura con mis propias manos.



Creo recordar que algo me llevaba a ello, algo me empujó aquella noche a coger una pala y dirigirme al bosque más cercano para darle a mi hermano lo que se merece y mientras estaba allí algo me seguía empujando a continuar cavando hondo para que cupiera su cuerpo, en la forma horizontal en la que bajaría al Hades y allí permanecería junto a su hermano, junto a sus padres y junto a todas las personas que alli están desde el principio de los tiempos.



Teniendo la suerte de poder estar lejos de la superficie, lejos de toda esta injusticia, pudiendo estar lejos del mundo.."



-David Sandoval.

Pensamientos griegos