El capitán de la guardia real junto con sus hombres entran en palacio dispuestos a prender
a Creonte e hija. Todo está muy tranquilo, excepcionalmente tranquilo.
CAPITAN
Soldados comprobar que no estén los centinelas cortándonos el paso.
SOLDADOS
A su orden capitán.
SOLDADO 1
Señor, esto es muy extraño. No hay ningún centinela ni tampoco persona
alguna.
CAPITÁN
Estáis seguros. Aquí ocurre algo raro; me parece que tenemos que
ponernos en guardia, me huele a emboscada.
En ese momento cientos de soldados salen desde todas partes incluido Jasón . Se entabla una
lucha encarnizada, muchos soldados caen muertos o heridos. El fiel capitán viendo que no
podrá cumplir con la palabra que le dió a Medea decide abandonar el lugar e ir a buscar a
Creonte e hija.
Después de un buen rato buscando por fin los encuentra en una habitación custodiada por dos
centinelas. El capitán lucha con ellos siendo ambos derrotados, seguidamente entra en la
habitación y ante la negativa de Creonte a ser apresados sin violencia, se entabla una lucha entre
ambos acabando con la vida del rey y su hija.
Jasón se da cuenta de que el capitán no está en la lucha y sale a buscarlo; lo encuentra cuando
este sale de la habitación del rey. Entre ambos comienza una lucha encarnizada ; el capitán
está mejor preparado que Jasón este ya tiene varias heridas graves cuando varios soldados salen
en su ayuda matando al capitán.
El resto de los soldados afines al capitán al ver que no tienen posibilidades de ganar se entregan
acabando así la lucha.
JASÓN
Soldados, ¡ seguidme !, vamos a apresar a la culpable de esta matanza.
Jasón se dirige junto a sus hombres a casa de Medea.
JASÓN
Medea ¿como has podido ser tan malvada?. Has cometido un grave
crimen y vas a pagar por ello.
MEDEA
Pero ¿de qué me estás hablando?, ahora ¿ de qué me acusas?
JASÓN
No te hagas la tonta, sabemos que tu has planeado todo el ataque al
palacio.
MEDEA
Pero como me puedes acusar de algo así. ¿ Qué es lo que ha pasado?
JASÓN
Bien lo sabes cruel y maquiavélica mujer. Pero no te ha salido como
querías, tu capitán a muerto y tu vas a ir a la cárcel para siempre por el
asesinato del rey y de su hija.
MEDEA
¿ Como osas responsabilizarme a mi de eso?
JASÓN
Ya no te servirá de nada tus patrañas, sabemos que has sido tú. Alguien a
quien tu creías fiel te ha vendido. ¡Soldados apresarla!
MEDEA
No puede ser, me estás engañando. Todos mis sirvientes me son fieles.
JASÓN
No todos Medea, pregúntale a la nodriza.
MEDEA
¿A la nodriza? ¿Ella es la que me ha traicionado?
JASÓN
Si Medea por un módico precio todo se puede conseguir.
MEDEA
¿ Y qué será de mis hijos Jasón? Debes ocuparte de ellos, no los dejes
solos, no los castigues por los pecados de su madre.
JASÓN
No todos somos como tú. Nuestros hijos vivirán conmigo e intentaré que te
olviden para siempre.
¡ Llevaos a está mujer soldados!
Hasta nunca Medea.
Medea es un claro ejemplo de que el fin no siempre debe justificar, eso sí induce a reflexionar sobre la forma de actuar de los humanos ante la adversidad.
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