No volví a tener hijos y nadie consiguió acabar con mi honda tristeza.
No quise volver a enamorarme porque inevitablemente recordaba mis desgracias amorosas pasadas.
Perseguí durante años a Medea y la felicidad, pero ambas se me escaparon de las manos una y otra vez. Así que me propuse un objetivo más fácil: seguir a la muerte.
Acabó siendo más difícil de lo que creí, porque siempre unos u otros acababan por descubrir mis planes de suicidio.
Por la noche los dioses me maldecían dejándome con vida. Por el día los ciudadanos me salvaban de la muerte.
Pero hasta este momento no he hablado en pasado por capricho, sino porque al fin lo conseguí y ya no existo. Después de todo, Medea fracasó en su venganza, porque estoy con mis hijos y soy feliz.
Por desgracia, no puedo bajar a la Tierra para contárselo pero, para eso está Hermes, el dios mensajero, ¿no?
Jasón.
¿Consiguió Medea su venganza? Tus palabras reflejan que así fue, pues sus actos persiguieron a Jasón toda la eternidad. ¿Fue desproporcionado el castigo? ¿Crees que eso puede seguir pasando o son cosas de la literatura y los mitos? Echa un vistazo
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