Pedagogo.
Señor pedagogo, le escribimos esta carta porque ya no aguantamos más.
Estamos hartos de nuestra madre, Medea que no para de atormentarnos y "comernos la cabeza" desde que se anunció el futuro enlace entre nuestro padre y la hija de Creonte, Glauca. El otro día, por ejemplo, ¿la descubrimos in fraganti, poniendo serpientes en nuestra cama!
Cuando ella no nos ve, la espiamos y creemos que está tramando algo ya que vuelve a juguetear con sus venenos y pócimas, y eso nunca trae nada bueno, por eso le queríamos advertir ya que a nosotros nadie nos hace caso y no nos toman en serio.
Usted es nuestra última esperanza, por favor, ayúdenos.
Mérmero y Feres.
... nuestra última esperanza... ¿Hubiera podido hacer algo un esclavo? ¿no había nadie más a quien acudir? Pobres niños.
ResponderEliminarno se lo que hubiera podido hacer... pero se supone que era el único que les prestaba atención (aparte del coro xD)
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